El padre o los caóticos estragos de la mente.
Florian Zeller nos trae una historia sobre la vejez, el alzheimer y la demencia senil, en El Padre, una de las películas que más va a sonar en esta temporada de premios.
La historia es tan caótica como la mente del protagonista: en un entorno cerrado y con un elenco mínimo, los lugares y el tiempo transicionan sin cortes, los diálogos se suceden en bucles simbólicos (el pollo, el cuadro, el viaje a París...), y los personajes están interpretados por varios actores que aumentan la confusión del espectador. Un retrato increíblemente realista y doloroso de la desaparición en tiempo real de una persona. En cuanto a las interpretaciones, bueno, estamos hablando de Sir Anthony Hopkins. El resto de actores cumplen con creces la ardua tarea de estar a la altura.
Aconsejo tener un paquete de clínex durante el visionado, es un tema que a más de uno le pilla cerca, y te hará falta.