Dune, una película sobre la luz
El pasado mes de septiembre se estrenó en los cines de España Dune, un film dirigido por Denis Villeneuve y que viene con la intención de ser el nuevo blockbuster de ciencia ficción de la década de los 2020.
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| Residencia Atreides en Caladan, película Dune (2021) |
La primera entrega de la saga se centra en la presentación de un mundo plagado de tonos ocres y dorados, y desde No Quedan Cines de Verano vamos a analizar tanto la arquitectura como el juego de luces que se han utilizado en el diseño de producción de la película.
Al universo narrado por Frank Herbert se le hace justicia con una escenografía muy estudiada y un vestuario elegante de telas vaporosas que no dejan indiferente al espectador. Y es que Patrice Vermette, directora del diseño de producción, se ha adentrado en la mente de los arquitectos de este futurista mundo con gran soltura.
Por un lado tenemos la arquitectura de Caladan, el país natal de la familia Atreides. Es un país fértil con abundante vegetación, agua dulce y salada y sobre todo, un país en el que reina la paz y no hay conflictos políticos. Esto hace que la arquitectura de sus ciudades sea alta y esbelta, con grandes ventanales que dejen entrar la luz desde el exterior y, a la vez, permita ver el hermoso paisaje desde el interior. Puede compararse con la arquitectura palaciega italiana y francesa, la cual tenía que acoger a una gran multitud de personas en los salones reales. También construyen espacios de recreo en el exterior: balcones, pérgolas, terrazas, etc.
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| Vista aérea de Caladan, película Dune (2021). |
Sin embargo, la ostentosa arquitectura palaciega de Europa se convierte en elegantes líneas rectas que dejan el protagonismo los muebles y la los objetos decorativos la familia Atreides.
El siguiente escenario es de Arrakis, un desértico lugar habitado por el pueblo Fremmen.
En este planeta la arquitectura cambia drásticamente y vemos edificios piramidales que pueden resistir tormentas de arena, con grandes muros y pequeños huecos para lidiar con las altas temperaturas y la incidencia constante el sol. Claramente influenciado por la arquitectura de las pirámides de Egipto y los zigurats mesopotámicos, Vermette moderniza estos clásicos a través de movimientos contemporáneos como el brutalismo (expresión de los materiales en bruto, sin que sean enmascarados por segundos materiales que revistan a los primeros), líneas de ventanas corridas máxime de Le Corbusier, y la maestría en el tamizado de la luz propios de arquitectos como Herzog y De Meuron.
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| Entrada principal del Palacio de Arraken, fotograma de la película Dune (2021) |
En cuanto a esto último os recomendamos observar atentamente la incidencia de la luz solar en los interiores de la película. Se utilizan aberturas cenitales que tamicen la luz a través de los gruesos muros de tal modo que las estancias estén iluminadas sin que la luz solar entre directamente.
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| Paul Atreides en el Palacio de Arraken. Es el mayor escenario construido para una película de la compañía Warner Bros. |
Y por último se presenta el reino de los Harkonnen llamado Giedi Prime. Y como son los malos malísimos de la película, su hogar se plasma como un lúgubre espacio, sin decoración y donde todos los personajes están aterrados por el líder Giedi Prime.
Es de agradecer que no se haya abusado del CGI, que los interiores son absolutamente inmersivos y que las paredes, escalinatas y las puertas "pesen", es decir, que se haya construido una gran escenografía y que los actores no tengan que interactuar con la dichosa pantalla verde.
La primera película de la saga Dune, como ya hemos dicho antes, ha sido una presentación de un mundo muy complejo que dará de que hablar y... ¡gran noticia! Por suerte para nosotros acaban de confirmar que la segunda parte de la saga se estrenará en 2023.
