La sensibilidad detrás de Cinco Lobitos
Cinco lobitos es la opera prima de la realizadora Alauda Ruiz de Azúa y se ha convertido en una de las sensaciones del cine español en el pasado año 2022; teniendo una gran acogida entre el público y una envidiable trayectoria en la temporada de premios.
La película gravita sobre la vuelta a casa de sus padres de Amaia, una joven treintañera que vive en Madrid y ante el nacimiento de su primer hijo, se ve abrumada y sobrepasada por la situación y vuelve al hogar familiar en un pequeño pueblo costero Euskadi. Lo que empieza siendo un regreso para que sus padres, bueno su madre en realidad, le ayude en la crianza de su bebé acaba revirtiendo en la ayuda que tiene prestar Amaia a su propia madre.
Cinco lobitos tiene como punto de inicio un reflejo de la inestabilidad vital en la que se encuentran sumidas las generaciones más jóvenes en nuestro país y como es imposible emprender un proyecto vital. Vemos a Amaia y su pareja Javi malvivir en un piso de Madrid y tener que hacer malabarismos con el bebé para poder subsistir. Tras este primer tramo y tras el detonante que provoca la vuelta a casa de Amaia nos encontramos con una acertada deconstrucción de la vida familiar.
Gracias a las interpretaciones de Laia Costa y Susi Sánchez como unas inolvidables hija y madre, entramos en las dinámicas familiares y aborda con una mirada muy especial y sobrecogedora ese momento tan temido; el momento en que pasas de recibir los cuidados de tus padres a tener que ofrecérselos a ellos. La cinta se desarrolla con mucha naturalidad y lo que, empieza siendo una estancia en casa de Amaia pudiera respirar y recibir ayuda con su bebé, acaba transformándose en el momento en el que la protagonista se ve obligada a coger las riendas del hogar y asumir su rol como hija en el cuidado familiar.
Cinco lobitos pone ante un espejo uno de los momentos más duros de una generación, tener que cuidar a tus padres cuando aún no has sido capaz encauzar tu vida; asumir unas responsabilidades para las que no te sientes preparado y un adiós que no esperabas tan pronto.
Especialmente destacable en la película es la sensibilidad que imprima la directora Alauda Ruiz de Azúa a la película, logrando transmitir de una forma muy natural y orgánica la historia del guion. A esto hay que añadirle la excelente labor de su reparto.
El trabajo de Laia Costa y Susi Sánchez es magistral y nos encontramos con una de esas interpretaciones que marcan una carrera y que serán recordadas durante muchos años; actualmente son las grandes favoritas para llevarse los premios de Mejor Actriz y Mejor Actriz de Reparto en la temporada de premios. Junto a ellas encontramos a Ramon Barea, un veterano secundario que en los últimos tiempos estaba encadenando grandes papeles (véase La boda de Rosa, Nora o La vida era eso) y ha logrado por fin su primera nominación al Goya y un soberbio Mikel Bustamante en su primer gran papel.
El filme está teniendo una importante presencia en la temporada de premios. Arrancó su andadura en el Festival de Málaga llevándose tanto el Premio a Mejor Película, como Mejor Actriz ex-aquo para Costa y Sánchez y guion. Posteriormente ha logrado los Premios Forqué a Mejor Actriz (Laia Costa) y el premios Especial en educación y valores y una importante presencia en los Goya con 11 nominaciones y en los Premios Feroz con 7 nominaciones.
Cinco lobitos es sin duda una de las películas del año en nuestro cine, una historia narrada con una sensibilidad muy especial y que relata de una forma muy certera las dinámicas familiares. La tenéis disponible en HBO Max.
