Togas y Cine: Molly´s game
El conocido guionista Aaron Sorkin, conocido por sus trabajos en The Office o La red social, debuta en el cine como director con Molly´s game que adapta la increíble historia real de Molly Bloom y hoy vamos a analizar su periplo judicial en la sección Togas y Cine.
Molly Bloom, interpretada en la cinta por una magnifica Jessica Chastain, fue una esquiadora profesional que sufrió un accidente cuando estaba apunto de conseguir su clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City 2002. Después de ese contratiempo, acaba empredendiendo una carrera en el mundo del Póker que le acabará llevando ante los tribunales por supuesta colaboración con entidades mafiosas.
¿Cuál fue la implicación exacta de Molly en las partidas?
La cinta distingue muy bien tres momentos diferentes, según la implicación de Molly en las partidas y su posible consecuencia legal.
Un primer momento empieza en la ciudad de Los Ángeles, su labor consiste en llamar los contactos de su jefe y organizar las partidas, siendo su jefe es el que pone los medios materiales y tiene el control, limitándose, en teoría, la participación de Molly a ser una simple azafata que cobras las propinas de los jugadores. En el film podemos ver cómo una serie de las personas más famosas de Hollywood pasan por sus partidas, aunque se mantiene el anonimato de los mismos.
En un segundo momento, rompe con su jefe y decide montar ella misma las partidas, para ello dispone el alquiler de una suite en un famoso hotel de Los Ángeles y con ayuda de uno de sus jugadores monta ella misma la partida. En ningún momento cobra comisión alguna y su única ganancia viene de las propinas. La principal diferencia entre los dos momentos es que ahora si tiene el control de la partida, aunque no saca rédito directo de la misma, más allá de las propinas.
Tras ser expulsada de su paraíso en Los Ángeles, Molly empieza a organizar partidas en la costa este, en la ciudad de Nueva York, cambiando los miembros más famosos de la cultura popular por empresarios con dudosa procedencia. El importe de las partidas se ve multiplicado y, para salvaguardar su negocio, decide cobrar comisiones.
Aquí reside el problema legal de Molly, al carecer de licencia sus partidas no estaba autorizada a llevarse un porcentaje de las ganancias, tal y como hacen los casinos. Mientras que, en su época de Los Ángeles se encontraba al borde de la ley al cobrar unas propinas que eran voluntarias, a partir del momento que cobra comisiones actúa igual que un casino, pero a espaldas de la Ley y del Departamento del Tesoro.
Entonces ¿De que se le acusa a Molly?
La película apuesta por una doble estructura que funciona muy bien, por un lado vemos su relación en el presente con su abogado y por otro lado, va relatando de forma cronológica, su participación en el mundo del póker. Así conocemos desde un primer momento que se encuentra acusada por el FBI de ayudar al blaqueo de dinero y, por lo tanto colaborar con la mafia rusa.
Más allá de que las partidas de Póker estuvieran al margen de la ley, no había ninguna constancia real de que Molly formara parte del entramado mafioso al que se le acusaba de pertencer, pero tenía en su poder datos que podían ayudar a la investigación. Esta la clave de la cuestión,dado que Molly se niega a aportar dichos datos.
Entonces la Fiscalia, usando su posición superior decide acusarla de unos delitos que está convencida que no ha cometido, en base a un sustento indiciario muy bajo, la razón, quieren obtener las pruebas a toda costa. Nos encontramos con un claro abuso de poder del Estado que, aprovechando su posición privilegiada prevarica para obtener un beneficio, ya sea pruebas o asustar a posibles personas que se encuntren en una situación similar.
Como bien dice el abogado de Molly, al que da vida Idris Elba, en un fantástico monologo, la Administración sabe que no se dan los requisitos del tipo penal para acusar a Molly y, que la acusan de un delito tan grave con otros fines que van más allá de la justicia y orquestando una acusación en una arquitectura jurídica más que cuestionable. Es un buen y gráfico ejemplo, de cómo muchas veces los tribunales actúan más allá de sus competencias.
Y ¿Qué pasa con el tesoro?
El Tesoro público de EEUU, el equivalente a nuestra Hacienda, le reclama a Molly los impuestos del dinero que ha cobrado ilegalmente. Se da la circunstancia que el FBI ya le había requisado ya esas cantidades, por lo que le exigen un impuesto sobre unas cantidades que ya no posee.
El Tesoro entiende que debe gravar toda manifestación de riqueza que tenga el contribuyente y por lo tanto, más allá del origen del dinero, decide gravar con un Impuesto la manifestación de riqueza. Este impuesto no va sólo, dado que le aplican recargo y sanciones por no declarar en plazo.
Evidentemente, se da la circunstancia de que, si hubiese declarado en tiempo y forma sus impuestos hubiese sido denunciada por aflorar un dinero obtenido de forma sospechosa. En este sentido, está claro que las comisiones eran ilegales pero ¿Y las propinas?
En principio se trata de un extra que queda fuera de tributación, pero simplemente por su valor simbólico. El impuesto de la renta grava todas las ganancias obtenidas y por lo tanto, las propinas en teoría deberían entrar en la declaración, pero al ser infimas, no se tienen en cuenta. En el caso de Molly alcanzaban muchos ceros, por lo que lógicamente debería haber pagado los impuestos.
En resumen, Molly´s Game es una fascinante película que te introduce en el mundo del Póker con un estilo y tono muy vibrante que recuerda en momentos al Lobo de Wall Street y, que tiene momentos que recuerda a los grandes thrillers judiciales de los 90s.
Un primer momento empieza en la ciudad de Los Ángeles, su labor consiste en llamar los contactos de su jefe y organizar las partidas, siendo su jefe es el que pone los medios materiales y tiene el control, limitándose, en teoría, la participación de Molly a ser una simple azafata que cobras las propinas de los jugadores. En el film podemos ver cómo una serie de las personas más famosas de Hollywood pasan por sus partidas, aunque se mantiene el anonimato de los mismos.
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| Una de las partidas en la suite del Hilton |
En un segundo momento, rompe con su jefe y decide montar ella misma las partidas, para ello dispone el alquiler de una suite en un famoso hotel de Los Ángeles y con ayuda de uno de sus jugadores monta ella misma la partida. En ningún momento cobra comisión alguna y su única ganancia viene de las propinas. La principal diferencia entre los dos momentos es que ahora si tiene el control de la partida, aunque no saca rédito directo de la misma, más allá de las propinas.
Tras ser expulsada de su paraíso en Los Ángeles, Molly empieza a organizar partidas en la costa este, en la ciudad de Nueva York, cambiando los miembros más famosos de la cultura popular por empresarios con dudosa procedencia. El importe de las partidas se ve multiplicado y, para salvaguardar su negocio, decide cobrar comisiones.
Aquí reside el problema legal de Molly, al carecer de licencia sus partidas no estaba autorizada a llevarse un porcentaje de las ganancias, tal y como hacen los casinos. Mientras que, en su época de Los Ángeles se encontraba al borde de la ley al cobrar unas propinas que eran voluntarias, a partir del momento que cobra comisiones actúa igual que un casino, pero a espaldas de la Ley y del Departamento del Tesoro.
Entonces ¿De que se le acusa a Molly?
La película apuesta por una doble estructura que funciona muy bien, por un lado vemos su relación en el presente con su abogado y por otro lado, va relatando de forma cronológica, su participación en el mundo del póker. Así conocemos desde un primer momento que se encuentra acusada por el FBI de ayudar al blaqueo de dinero y, por lo tanto colaborar con la mafia rusa.
Más allá de que las partidas de Póker estuvieran al margen de la ley, no había ninguna constancia real de que Molly formara parte del entramado mafioso al que se le acusaba de pertencer, pero tenía en su poder datos que podían ayudar a la investigación. Esta la clave de la cuestión,dado que Molly se niega a aportar dichos datos.
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| Molly y su letrado en sala. |
Entonces la Fiscalia, usando su posición superior decide acusarla de unos delitos que está convencida que no ha cometido, en base a un sustento indiciario muy bajo, la razón, quieren obtener las pruebas a toda costa. Nos encontramos con un claro abuso de poder del Estado que, aprovechando su posición privilegiada prevarica para obtener un beneficio, ya sea pruebas o asustar a posibles personas que se encuntren en una situación similar.
Como bien dice el abogado de Molly, al que da vida Idris Elba, en un fantástico monologo, la Administración sabe que no se dan los requisitos del tipo penal para acusar a Molly y, que la acusan de un delito tan grave con otros fines que van más allá de la justicia y orquestando una acusación en una arquitectura jurídica más que cuestionable. Es un buen y gráfico ejemplo, de cómo muchas veces los tribunales actúan más allá de sus competencias.
Y ¿Qué pasa con el tesoro?
El Tesoro público de EEUU, el equivalente a nuestra Hacienda, le reclama a Molly los impuestos del dinero que ha cobrado ilegalmente. Se da la circunstancia que el FBI ya le había requisado ya esas cantidades, por lo que le exigen un impuesto sobre unas cantidades que ya no posee.
El Tesoro entiende que debe gravar toda manifestación de riqueza que tenga el contribuyente y por lo tanto, más allá del origen del dinero, decide gravar con un Impuesto la manifestación de riqueza. Este impuesto no va sólo, dado que le aplican recargo y sanciones por no declarar en plazo.
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| Fotograma de su etapa en New York |
Evidentemente, se da la circunstancia de que, si hubiese declarado en tiempo y forma sus impuestos hubiese sido denunciada por aflorar un dinero obtenido de forma sospechosa. En este sentido, está claro que las comisiones eran ilegales pero ¿Y las propinas?
En principio se trata de un extra que queda fuera de tributación, pero simplemente por su valor simbólico. El impuesto de la renta grava todas las ganancias obtenidas y por lo tanto, las propinas en teoría deberían entrar en la declaración, pero al ser infimas, no se tienen en cuenta. En el caso de Molly alcanzaban muchos ceros, por lo que lógicamente debería haber pagado los impuestos.
En resumen, Molly´s Game es una fascinante película que te introduce en el mundo del Póker con un estilo y tono muy vibrante que recuerda en momentos al Lobo de Wall Street y, que tiene momentos que recuerda a los grandes thrillers judiciales de los 90s.
