Netflix y su difusión del cine español
En el otoño de 2015 tras muchos años de espera, desembarcó la plataforma Netflix en España. Dos años y medio después su implatación en España es total y los números son de vértigo con más de un millón de cuentas creadas y varios millones de usuarios finales.
En Netflix, con cada suscripción se pueden albergar hasta cuatro usuarios simultáneos, por lo que partiendo de la cifra que se conoce de 1,1 millones de abonados, fácilmente podemos estimar que la plataforma puede llegar a 5-6 millones de usuarios finales, los cuales acceden a todo su contenido. Esta base de espectadores es muy grande y, lo que es más importante, la plataforma ha tenido una enorme aceptación entre el público, siendo prácticamente la única conocida por el público en general; no se habla de plataformas de Video Online bajo Demanda (VOD) directamente se habla de Netflix; la propia compañía se ha convertido en la más conocida y casi la única implantada en nuestros hogares. Partiendo de esta situación privilegiada en nuestro mercado, su apuesta por el cine español redobla su importancia.
Este mes de abril como novedad en la plataforma se va a estrenar El Autor, ganadora de 2 Goyas la pasada edición, Tarde para la ira, la gran triunfadora de la edición de 2017 o Que baje dios y lo vea que se ha estrenado en salas este mismo 2018. En los meses anteriores han desfilado por Netflix, entre otras, Handia (ganadora de 10 Goyas en la última edición), La Llamada, Verónica, Plan de fuga, El guardían Invisible o Pieles, todas en un plazo inferior de seis meses después de su paso por la gran pantalla.
Netflix está apostando por películas de estreno de cine español, logrando que gran parte del público tenga un acceso muy fácil a las mismas y que sean vistas por el público en general. En los últimos años,el éxito del cine español entre el público en general se limitaba los dos o tres taquillazos puntuales de cada año, quedando la mayoría de títulos como una incógnita para la mayoría de espectadores que, con suerte, los recuperarían en el pase televisivo un par de años después. Con esta política Netflix está logrando acercar una serie de títulos a una gran parte del público, fomentando y difundiendo de una manera muy efectiva lo variado de nuestro cine.
Si analizamos los datos de su paso por cines de alguna de las cintas veríamos que han sido cuanto menos decepcionantes (basta con analizar por ejemplo los casos de El autor o Pieles), podemos hablar de muchos motivos desde la escasez de salas en su estreno o las campañas de marketing, pero el resultado es el mismo, pocos espectadores las han podido ver. Si se rescatan escasos meses después del estreno, se les da una segunda oportunidad y que se amplíe su base de espectadores potenciales. En este sentido se me viene a la mente el ejemplo de un amigo, que pese a no ser el público potencial de La Llamada acabo viéndola porque está en Netflix y había oído hablar de ella, seguramente de no haberla tenido a golpe de clic desde su casa no la hubiera visto. Y como este ejemplo habrá muchos más.
El cine español tiene un catalogo de películas muy amplio que en muchas ocasiones pasa desapercibido porque no podía conectar con los espectadores. Con esta apuesta de difusión del cine español se consigue que esa clase media de nuestro cine llegue a un público más amplio y crear una afición por las producciones realizadas dentro de nuestras fronteras. Ojalá esta apuesta de resultado y con ella se cambie esa rancia visión que aún existe de que el cine español se limita a Guerra Civil y destape.
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| Fotograma de Tarde para la ira |
Si analizamos los datos de su paso por cines de alguna de las cintas veríamos que han sido cuanto menos decepcionantes (basta con analizar por ejemplo los casos de El autor o Pieles), podemos hablar de muchos motivos desde la escasez de salas en su estreno o las campañas de marketing, pero el resultado es el mismo, pocos espectadores las han podido ver. Si se rescatan escasos meses después del estreno, se les da una segunda oportunidad y que se amplíe su base de espectadores potenciales. En este sentido se me viene a la mente el ejemplo de un amigo, que pese a no ser el público potencial de La Llamada acabo viéndola porque está en Netflix y había oído hablar de ella, seguramente de no haberla tenido a golpe de clic desde su casa no la hubiera visto. Y como este ejemplo habrá muchos más.
El cine español tiene un catalogo de películas muy amplio que en muchas ocasiones pasa desapercibido porque no podía conectar con los espectadores. Con esta apuesta de difusión del cine español se consigue que esa clase media de nuestro cine llegue a un público más amplio y crear una afición por las producciones realizadas dentro de nuestras fronteras. Ojalá esta apuesta de resultado y con ella se cambie esa rancia visión que aún existe de que el cine español se limita a Guerra Civil y destape.
