¿Puede ser Verano 1993 nuestra gran baza para volver a los Oscars?
La madrugada en España del 27 al 28 de febrero de 2005 Gwyneth Paltrow anunciaba el Oscar para Alejandro Amenábar por su Mar Adentro, era el cuarto de España en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa, desde entonces la nada. Bien es cierto que desde ese momento hemos celebrados los Oscars como actores secundarios de Javier Bardem y Penélope Cruz o las nominaciones de Alberto Iglesias o Paco Delgado entre otros, pero en la categoría de película de habla no inglesa hemos sidos tan invisibles como Kevin Bacon en El hombre sin sombra
Tras la victoria de Amenábar se han sucedido las ediciones de los Oscars y, no es solo que no hayamos ganado de nuevo el Oscar en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa, es que ni siquiera hemos estado nominados. Lo más parecido y cercano a estar nominados ha sido la presencia en la lista de 9 cintas preseleccionadas de También la lluvia en el año 2011.
Paltrow y Amenábar posando con el Oscar |
A finales de agosto la academia española dará a conocer la lista de 3 films preseleccionados y antes del 30 de septiembre conoceremos a nuestra candidata. De entre toda la cosecha de películas estrenadas en el periodo de elección, a saber del 1 de octubre de 2016 al 30 de septiembre de 2017, apostamos fuertemente por Verano 1993 como la candidata ideal para poner fin a la mala racha.
Verano 1993 cuenta la historia de Frida, una niña de seis años que tiene que afrontar el proceso de adaptación a su nueva familia tras fallecer su madre. La obra tiene un importante componente autobiográfico al basarse en las vivencias de su directora Carla Simón.
La película se desarrolla bajo el prisma de la joven Frida, a la que da vida una magnética Laia Artigas que consigue transmitirlo todo con su mirada y sus gestos. La cinta tiene un enorme trabajo de dirección, colocando en cada momento la cámara en el punto exacto y logrando narrar de una manera muy original la situación de la pequeña. Está rodada de tal manera que todo parece que se desarrolla con naturalidad y de forma espontanea, dudando en ciertos momentos si son actores o no lo que hay delante de la pantalla.
Laia Artigas en un fotograma de Verano 1993 |
Por su estilo visual y su apuesta narrativa, Verano 1993 recuerda mucho a Tanna, la película australiana sobre los pueblos indígenas que estuvo nominada en la pasada edición de los Oscars. Es cierto, que no son proyectos equiparables, dado que pese el estilo narrativo es similar, Tanna tiene un guión y desarrollo más convencional, lo que la convierte en un producto más accesible, eso si las similitudes son evidentes.
Este precedente es un arma de doble filo, por una parte sabemos que la academía está interesada en este tipo de cine y puede llamar la atención a los posibles votantes, no olvidemos que se presentan más de 70 películas a la categoría y lo primero para estar nominado obviamente es que vean la cinta y no pase desapercibida. Pero por otra parte, corremos el riesgo de llegar un año tarde y que sus similitudes con Tanna le pasen factura y no la tengan en cuenta. Ya sufrimos esta situación con Blancanieves que era muy similar a la triunfadora del año anterior The artist e incluso se comenta que Celda 211 fue descartada por sus parecido a Un profeta, nominada el año anterior. Esta similitud en la apuesta narrativa, podría ser visto más como un obstaculo que como una bendición.
Además de las caracteristicas ya comentadas, Verano 1993 tiene otra gran baza, su buen paso por los Festivales que le da un renombre que siempre es bueno para la categoría. Así a su victoria como Mejor Película en el pasado Festival de Málaga hay que sumarle el premio como a Mejor Opera Prima y el Especial del Jurado en la sección Generation Kplus.
Una gran presencia en festivales que puede servir como trampolín para su nominación al Oscar.
Una gran presencia en festivales que puede servir como trampolín para su nominación al Oscar.
Es cierto que esta hornada nos ha dejado otros proyectos que bien podrían ser buenos representantes como 1898 Los últimos de Filipinas que narra un conflicto bélico en el que es parte EEUU y tiene una factura técnica impresionante, el trhiller Que dios nos perdone o el musical La Llamada que promete ser una de las cintas más originales de los últimos años, pero consideramos que Verano 1993 es la candidata ideal para intentar volver a la categoría.