Tomb Raider: el último intento de los videojuegos en el cine
Llega a nuestros cines el reebot de Tomb Raider,a la que en esta ocasión da vida Alicia Vikander, siendo este un nuevo intento de la industria del cine para triunfar en una de sus asignaturas pendientes: las adaptaciones de videojuegos
Hasta la fecha la mayoría de videojuegos han tenido una calidad ínfima y no han funcionado siendo veneno para la taquilla y los cines que las exhibían. Desde la ya lejana adaptación de Super Mario a principios de los 90s, pasando por las olvidadas Silent Hill o Need for Speed o las recientes Assassin's Creed o Warcraft las adaptaciones de videojuegos han logrado el más difícil todavía: mosquear a los fans, ser vapuleadas por el público en general y ser denostadas por la crítica.
Da igual que Disney estuviera detrás del proyecto como su Prince of Persia que llegó a las salas en 2010 o fuera una película que rozaba la Serie B como el Alone in the dark de Uwe Boll, una y otra las películas basadas en videojuegos fracasaban de manera estrepitosa. En esta negra historia hay dos excepciones: la saga Resident Evil y Tomb Raider.
Resident Evil se estrenó en el verano de 2002 y su mezcla de cine de terror y acción cautivo al público y supuso el salto al estrellato Milla Jovovich, que ya era conocida por el público por El quinto elemento y Juana de arco, ligando para siempre su nombre a la saga. La franquicia se extendió durante 15 años y 5 secuelas, aunque en las últimas entregas perdió el favor del público.
Pero sin duda, si hay una gran triunfadora en el tema de adaptaciones de videojuegos es Tomb Raider. La adaptación a la gran pantalla llegó en el verano de 2001 y, a día de hoy, aún conserva el récord de ser la adaptación de un videojuego más taquillera de la historia.
Los motivos son sencillos, a finales de los 90s Lara Croft era todo un icono de la cultura popular cuya transcendencia sobrepasaba los propios videojuegos, la cinta llegó en el momento adecuado y solo tenía que ser fiel a los videojuegos y así fue. Tomb Raider (2001) tiene una ambientación muy cuidada que parece sacada de los propios videojuegos, logrando trasladar a imagen real los templos que explora la aventurera en la saga de videojuegos. Y para el personaje de Lara apostaron por Angelina Jolie, una de las estrellas del momento que venía de ganar el Oscar por Inocencia Interrumpida y de reventar la taquilla junto a Nicolas Cage (si, en el pasado Nicolas Cage funcionaba en taquilla) con 60 segundos. Su caracterización como la heroína de videojuegos es uno de sus personajes más queridos.
Tal fue el éxito de esta primera parte que, dos años después se estrenó la secuela que fue un desastre y puso fin de forma repentina a las aventuras de Lara en la gran pantalla, hasta hoy...
15 años después Alicia Vikander coge el testigo de Angelina Jolie y asume el papel de Lara Croft en este reboot que llega a nuestras salas. Curiosamente Vikander llega también al papel de la aventurera tras ganar un Oscar, en su caso por La chica danesa. El reto de Vikander es mayúsculo dado que tiene que conectar con un público que no tiene tan presente al personaje como cuando se estrenó la cinta original.
Seguramente muchos espectadores que eramos adolescentes cuando se estrenaron las cintas originales iremos a los cines atraídos por el factor nostalgia y el cariño al personaje, la duda es como responderá el resto del público a esta cinta de acción. Y en base a esta respuesta Tomb Raider (2018) formará parte del Olimpo de los éxitos o irá al cajón de los desastres.
 |
| ¿Alguien recuerda la peli? |
Resident Evil se estrenó en el verano de 2002 y su mezcla de cine de terror y acción cautivo al público y supuso el salto al estrellato Milla Jovovich, que ya era conocida por el público por El quinto elemento y Juana de arco, ligando para siempre su nombre a la saga. La franquicia se extendió durante 15 años y 5 secuelas, aunque en las últimas entregas perdió el favor del público.
Pero sin duda, si hay una gran triunfadora en el tema de adaptaciones de videojuegos es Tomb Raider. La adaptación a la gran pantalla llegó en el verano de 2001 y, a día de hoy, aún conserva el récord de ser la adaptación de un videojuego más taquillera de la historia.
Los motivos son sencillos, a finales de los 90s Lara Croft era todo un icono de la cultura popular cuya transcendencia sobrepasaba los propios videojuegos, la cinta llegó en el momento adecuado y solo tenía que ser fiel a los videojuegos y así fue. Tomb Raider (2001) tiene una ambientación muy cuidada que parece sacada de los propios videojuegos, logrando trasladar a imagen real los templos que explora la aventurera en la saga de videojuegos. Y para el personaje de Lara apostaron por Angelina Jolie, una de las estrellas del momento que venía de ganar el Oscar por Inocencia Interrumpida y de reventar la taquilla junto a Nicolas Cage (si, en el pasado Nicolas Cage funcionaba en taquilla) con 60 segundos. Su caracterización como la heroína de videojuegos es uno de sus personajes más queridos.
 |
| Jolie caracteriza como Lara Crofr |
Tal fue el éxito de esta primera parte que, dos años después se estrenó la secuela que fue un desastre y puso fin de forma repentina a las aventuras de Lara en la gran pantalla, hasta hoy...
15 años después Alicia Vikander coge el testigo de Angelina Jolie y asume el papel de Lara Croft en este reboot que llega a nuestras salas. Curiosamente Vikander llega también al papel de la aventurera tras ganar un Oscar, en su caso por La chica danesa. El reto de Vikander es mayúsculo dado que tiene que conectar con un público que no tiene tan presente al personaje como cuando se estrenó la cinta original.
Seguramente muchos espectadores que eramos adolescentes cuando se estrenaron las cintas originales iremos a los cines atraídos por el factor nostalgia y el cariño al personaje, la duda es como responderá el resto del público a esta cinta de acción. Y en base a esta respuesta Tomb Raider (2018) formará parte del Olimpo de los éxitos o irá al cajón de los desastres.
