Sofia tan cerca, tan lejos
Ana tiene quince/Niña se le vino un problemón /Algo está creciendo/En su vientre hay algo en expansión. Y al igual que Ana en la canción de Maná Sofía, con veinte años tiene un problemón.
Sofía convive con su familia en Marruecos y ha ocultado a su entorno su embarazo, el motivo es sencillo, según la ley del país se encuentran prohibidas las relaciones extramatrimoniales. Normalmente nos encontramos ante un delito que no deja prueba, salvo casos como el de Sofía en el que tarde o temprano se encontrara entre la espada y la pared. La cinta nos lleva al momento del parto a escondidas en el hospital y como le dan veinticuatro horas para que identifique la procedencia del hijo.
El film nos sensibiliza con el gran problema que existe aún en nuestro país vecino con las madres solteras, ya no es el escarnio público que pueden sufrir las madres solteras (al igual que en España hace unos veinte años) sino que esa pena va más allá del escarnio y le puede costar hasta un año de cárcel. Por desgracia, este problema no es mera ficción de la película y es un supuesto que se da con bastante frecuencia. Sofía sirve para abrirnos los ojos de un país que tenemos a la vez tan lejos y tan cerca, dónde muchas mujeres se encuentran abocadas a dar luz en casa por miedo ir al hospital y que le ocurra lo mismo que a la protagonista de la película.
Al igual que cintas recientes como la brillante Mustang (2015), Sofía se puede catalogar en esa clase de películas que nos abren la mirada a la realidad de aquellos lugares que en el mapa están tan cerca pero de los que desconocemos tantas cosas. En muchas ocasiones estos proyectos de ficción sirven como el mejor documental posible para poder expandir nuestra mirada.
Sofía tras un gran paso por festival, destancando su premio a Mejor Guión en la sección Un Certain Regard en Cannnes, llega a nuestras salas para que podáis disfrutarla.