Parásitos, la epidemia de Bong Joon-Ho
Parásitos es la propuesta de Bong Joon-Ho, y está arrasando.
La historia comienza simple. Hay dos familias, una rica y una pobre. Un amigo de la pobre introduce como tutor del hijo menor de la rica a uno de ellos y, poco a poco, los miembros de la pobre, que pese a ser estafadores son trabajadores más que preparados, sustituyen uno a uno a los miembros del personal de la rica. Lo que empieza como una comedia negrísima, acaba convirtiéndose en una terrorífica lucha de clases brutal por la supervivencia, y una reflexión sobre las oportunidades que compra el dinero y los contactos, que culmina tras una locura de giros de guion uno tras otro.
Su sorprendente trama, sus impecables actuaciones, su simbolismo, su crítica social, y las puyas que lanza el crea memes del director (“si los americanos fueran capaces de sobrepasar la barrera de los 3 centímetros de los subtítulos…”, “los Oscars son un concurso muy local…”) la han llevado merecidamente a candidata de la Academia a Mejor Película y Mejor Película Extranjera.
Si no la has visto, estás tardando. Puede que estemos ante una de las imprescindibles de la última década del cine coreano. O del internacional, pues la lucha de clases es mundial.