Volando Juntos, de Nicolas Vanier
Volando Juntos, de Nicolas Vanier, es lo más parecido a una peli de Ghibli en imagen real que vamos a tener en mucho tiempo.
Christian (Jean-Paul Rouve) es un ornitólogo/investigador que trata de salvar una especie de gansos en peligro de extinción. Para ello, tiene que hacer eclosionar 20 huevos y enseñarles manualmente una nueva ruta migratoria, desde el círculo polar ártico de vuelta a Francia. Tras un chanchullo con el museo, consigue el permiso al tiempo que Thomas (Louis Vazquez), su urbanita hijo adolescente se queda a pasar una semana de vacaciones bajo las órdenes de su ex Paola (Mélanie Doutey). Juntos, volverán a reparar lazos familiares mientras ponen en marcha el proyecto, que consiste en guiar a los gansos con un aerodeslizador.
Con un reparto europeo de lo más variado (Christian y Thomas van recorriendo varios países en su periplo), prepárate para quedarte con la boca abierta ante los impresionantes paisajes y fotografía. La película no racanea en el aspecto visual para mostrarnos la biodiversidad de los diferentes países que visitan, todo ello con un mensaje de que debemos proteger la naturaleza y la familia. Rouve lleva gran parte de la historia sobre sus hombros, pero es Vazquez el que se come la pantalla con toda su juventud, empiezas pensando que es el típico niñato millenial/gen Z al que el cine le ha hecho más bien pocos favores y luego acabas cogiéndole tanto cariño como a los animalillos que pululan por ahí.
Muy recomendable, sobre todo si estás en movidas ecologistas o simplemente, quieres ver a un padre reconectando con su hijo mientras babeas con paisajes.