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Cartelera febrero 2024

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La faceta más divertida de Meryl Streep

En el verano de 2008 llegaba a nuestras pantallas Mamma Mia!, cinta dirigida por la realizadora Phyllida Lloyd y que adaptaba el musical que llevaba años triunfando en Broadway y Londres. Y al frente del reparto se encontraba una inmensa Meryl Streep que lo daba todo cantando y bailando al ritmo de las canciones del famoso grupo musical ABBA.


El filme fue todo un éxito instantáneo y se convirtió en un clásico veraniego, de hecho, las televisiones suelen programarla a principio de verano como símbolo de que llega la temporada estival y, para Streep supuso que se diera a conocer a una generación de espectadores. La interprete acumuló en muy poco tiempo su icónico papel en El diablo viste de Prada (David Frankel, 2006) y este musical, triunfando entre el público más joven y ganándose un hueco en sus corazones.

Si bien es cierto que la interprete siempre se ha mantenido en el candelero, a principios de los 00s su éxito se circunscribía a cintas dramáticas como Las Horas (Stephen Daldry, 2003) y Adaptation. El ladrón de orquídeas (Spike Jonze, 2003), productos que se alejaban del gran público. Lejos quedaban sus papeles más cómicos en cintas como La muerte os sienta tan bien (Robert Zemeckis,1992) o cintas comerciales como Río Salvaje (Curtis Hanson,1994). Estas dos cintas sirvieron para devolver su nombre y la estrella de su mito a toda una nueva generación y, lo más sorprendente, el cambio de registro de Streep, al verla cantando y bailando de una forma tan desinhibida abrió una nueva vía en su carrera.

Al contrario que otros compañeros de su reparto como Amanda Seyfried, Colin Firth o Pierce Brosnan, Streep ha explotado en los siguientes años esta nueva faceta musical y se ha atrevido con proyectos de diversa índole dónde la hemos visto cantar. Lo más destacado de esta nueva etapa puede ser su doble participación en musicales con el sello Disney como son Into the Woods (Rob Marshall, 2014) y El regreso de Mary Poppins ( Rob Marshall,2018). Las dos cintas se encuentran dirigidas por Rob Marshall, director también de Chicago, último musical que ganó el Oscar a la Mejor Película (esos 2 minutos en los que La La Land fue ganadora del Oscar a la Mejor Película no cuentan) y vemos a Streep cantando precisamente y derrochando carisma en sus números. Y, curiosamente, en las dos comparte reparto con Emily Blunt, una de esas actrices que parece que siempre va a dar el paso para convertirse en una estrella, pero no llega ese momento y eso que su Mary Poppins es fantástica.

Además de este doblete con Mashall, la hemos visto cantar en Ricki (Jonathan Demme, 2015), un proyecto musical a medio camino entre la comedia y el drama, en la que da vida a una guitarrista que sueña con ser estrella del rock y en la que la vemos cantar guitarra en mano. Y, si no fuera suficiente, ha dado viva a una peculiar cantante de opera en Florecen Foster Jenkins (Stephen Fears,2016), aunque con un papel mucho más clásico.

Curiosamente, la presencia de Steep en Mamma Mia: Una y otra vez (Ol Parker,2018) es meramente testimonial al haber fallecido su personaje, dejando su puesto como estrella a cargo de la función a Lily James y Cher, aunque es cierto que se guarda un pequeño papel.


Con todos estos antecedes, no es nada extraño que la interprete lidere The Prom (Ryan Murphy,2020) la divertida apuesta musical para final de año de Netflix. La historia de esta película nos cuenta como una chica no puede acudir a su baile de graduación porque no le permiten asistir con su novia, ante esta situación un grupo de actores de Broadway acudirá en su ayuda. Colorines, brilli brilli y números músicales es lo que nos promete esta vuelta a los bailes del instituto.

En un año tan caótico y complicado como ha sido este 2020, no hay mejor cierre posible que este divertido proyecto que cuenta también entre sus filas con Nicole Kidman, James Corden o Kerry Washington y todo pasado por el peculiar tamiz de la óptica de Ryan Murphy.

The Prom promete regalarnos momentos muy divertidos y mostrarnos nuevamente a Meryl Streep en su faceta más desenfadada y cómica. Toda una sorpresa el giro que ha dado la carrera de esta veterana actriz.



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