Kenia vista con los ojos de Karen Blixen
Karen, dirigida por María Pérez Sanz, nos ofrece una mirada íntima a Karen Blixen, la autora de Memorias de África.
Los días pasan pesadamente en Kenia, donde viven Karen (Christina Rosenvinge) y su criado Farah (Alito Rodgers).
La cinta es tan indie que ni es una película. No sé si vi una película capada (no supe que iba de Karen Blixen hasta que busqué información sobre el reparto, así que a lo mejor me perdí algún cartelito o subtítulo). La película es una sucesión de escenas inconexas entre sí, con conversaciones a ritmo tan lento que un caracol va más rápido cuesta arriba. En cuanto a los personajes... virtualmente no sabemos nada. Pero nada en absoluto de ellos. Los actores no tienen nada con lo que trabajar, salvo memorizar los diálogos. A media historia hay una escena con Amelia (Isabelle Stoffel) que tampoco sabemos qué pinta ahí. Suponemos que es amiga de Karen. La película termina con un montón de turistas echándole fotos a la casa de la señora (que audazmente ahora está en Extremadura).