Emmanuel Lubezki: la luz en el cine
Antes que nada avisar que en este artículo puede haber algún spoiler sobre las tres películas que se comentan: Gravity, Birdman y El renacido, así que si no las habéis visto tened cuidado.
El trabajo del director de fotografía a veces pasa desapercibido, o queda oculto tras el nombre de los grandes directores, este no es el caso de Emmanuel Lubezki.
Este mexicano de 52 años y ganador de 3 Oscars le imprime a cada uno de los filmes en los que participa una estética única, capaz de crear unos ambientes creíbles a la par que perfectamente iluminados y que aportan “verdad”, como decían en su película Birdman.
Haciendo un poco de historia los inicios de Lubezki datan de los años 80, en los que participó en algunas películas mexicanas, como Vengeance is mine o Será por que la quiero tanto, quizás el primer trabajo más conocido es Como agua para chocolate (1992). Desde entonces Lubezki ha trabajado con directores de la talla de Tim Burtom en Sleepy Hollow (1999), donde se dice que llegó a crear un panel de luce gigantes para iluminar un pueblo entero, con Martin Brest en ¿Conoces a Joe Black? (1998), o con Terrence Malick en El árbol de la vida (2011) entre otros.
“El chivo”, como es más conocido, también ha trabajado en publicidad, trabajo que solo aceptó porque estaba bien pagado, pero que dejó al poco tiempo ya que no se consiguió adaptar al ritmo y provocarle estrés tener que grabar con tan poco tiempo. Un ejemplo de su meticulosidad es que según se cuenta en la película Solo con tu pareja tardó más de 5 horas en preparar la iluminación de una de las escenas.
Hablando de las películas por las que Lubezki ha recibido una estatuilla podemos empezar por Gravity (Alfonso Cuaron, 2013). En este thriller espacial ya vemos algo que va a caracterizar a Lubezki y son las largas tomas apenas sin cortes, estilo que llevara al extremo en Birdman. Cada plano, que puede durar minutos, nos muestra desde retratos con primeros en los que vemos la angustia de la protagonista, la doctora Ryan Stone (Sandra Bullock), a preciosos planos en los que vemos la tierra y que nos hacen sentir la grandeza del universo. Todo ello con un movimiento de cámara casi continuo, como si flotara por el espacio. Técnicamente los planos están muy bien iluminados, con la dificultad que ello conlleva en esta película con las escafandras y los reflejos que pueden provocar. Tanto es así que cuando se planteó la película vieron que seria imposible grabarla de manera convencional, por lo que se decidió grabar las caras con la iluminación y añadir todo lo demás digitalmente, y para lograr la iluminación correcta se tuvo que meter a los actores en una cajas de luces led que les iluminaban mientras hacían los giros y movimientos requeridos.
Personalmente, pese a que desde mi punto de vista la técnica es impecable, me parece la cinta en la que Lubezki se luce menos, lo cual, por otro lado, es normal. Están en el espacio, el único escenario posible es el negro absoluto, los preciosos fondos de la tierra o en ocasiones el interior de una nave. Para mi destacan 2 elementos en la fotografía de esta película, como ya he dicho los “retratos” de la protagonista, en especial en los momentos en los que la imagen del rostro se fusiona con la tierra en el reflejo del visor, creando una sensación de añoranza y mostrando el deseo de volver a la tierra. El segundo es el momento en que la doctora logra llegar a la estación espacial, momento en que por fin se siente segura, y nos muestra una escena en que poco a poco adopta una posición fetal, haciéndonos sentir la calidez y la tranquilidad después de haber estado en el frio espacio, para mi esta escena es magistral y se me ha quedado grabado a fuego como una bella fotografía
La segunda película, tercera por orden cronológico, es El Renacido (2015). En esta ocasión a nivel visual destacan los paisajes, siendo estos un protagonista mas y contrastando su belleza con su dureza. Algunas imágenes incluso recuerdan a la fotografía que realizo Ansel Adams de los paisajes salvajes de América, lo que demuestra una vez mas el gusto de Lubezki por la fotografía y cómo combina esta con el cine. En cuanto a la iluminación esta es siempre natural. Para conseguir rodar con luz natural y que todo tuviese coherencia se tuvo que planificar meticulosamente la grabación y esta se realizo en orden cronológico, tardando 80 días repartidos a lo largo de 9 meses, consiguiendo de esta manera rodar todo con luz natural. Cuando el día es nublado la iluminación es mas plana, sin sombras extrañas que no sabes de donde salen, cuando están sentados en una hoguera hay fuertes diferencias lumínicas jugando con esta iluminación natural vemos muchos momentos en los que las tomas se hacen a contraluz, con el sol a la espalda del personaje, estas imágenes tienen mucha fuerza.
La segunda película, tercera por orden cronológico, es El Renacido (2015). En esta ocasión a nivel visual destacan los paisajes, siendo estos un protagonista mas y contrastando su belleza con su dureza. Algunas imágenes incluso recuerdan a la fotografía que realizo Ansel Adams de los paisajes salvajes de América, lo que demuestra una vez mas el gusto de Lubezki por la fotografía y cómo combina esta con el cine. En cuanto a la iluminación esta es siempre natural. Para conseguir rodar con luz natural y que todo tuviese coherencia se tuvo que planificar meticulosamente la grabación y esta se realizo en orden cronológico, tardando 80 días repartidos a lo largo de 9 meses, consiguiendo de esta manera rodar todo con luz natural. Cuando el día es nublado la iluminación es mas plana, sin sombras extrañas que no sabes de donde salen, cuando están sentados en una hoguera hay fuertes diferencias lumínicas jugando con esta iluminación natural vemos muchos momentos en los que las tomas se hacen a contraluz, con el sol a la espalda del personaje, estas imágenes tienen mucha fuerza.
Técnicamente otro punto a mencionar son los ángulos con los que se han rodado algunas de las escenas, estos en ocasiones son extremos, con algunos complicados, como por ejemplo algunos contrapicados, que junto a los contraluces, dan fuerza a la imagen y los planos a ras de suelo, que nos meten un poco mas en la piel de Glass (Leonardo DiCaprio). Mención a parte para algunas de las imágenes oníricas que vemos cuando el protagonista sueña, recordando a su mujer o a su hijo. Con ellas podemos comprender un poco más los sentimientos de Glass y nos cuentan parte de la historia que él no puede relatar. Personalmente la fotografía en esta película es la gran protagonista, pese a que la historia es cruda y emotiva, con momentos muy duros, no deja de ser una historia de búsqueda de venganza. Lo que le hace ser diferente es como esta contada visualmente, aparte de la genial interpretación de DiCaprio.
Y por último Birdman (2014), dejo esta película para el final aunque es anterior a El Renacido, porque para mi es la que mejor fotografía tiene y la que mas me impacto. En esta película volvemos un poco a lo que ocurría en Gravity, ¿como puede lucirse un director de fotografía si todo ocurre prácticamente en el mismo sitio? Lubezki lo consigue con creces. Casi toda la película transcurre en el interior de un teatro de Broadway, en el que vemos cómo los actores deambulan, del escenario, al camerino, de allí a vestuario y vuelta a empezar. Lo bueno es que con la forma de filmar te sientes dentro de ese teatro, te lo crees, es real.
La iluminación que se usa para esta película es la que habría realmente en un teatro, cuando los personajes están en el escenario las fuertes luces de los focos contrastan con la oscuridad casi total que hay entre bastidores. Cuando los personajes se desplazan la iluminación va cambiando, si están en su camerino hay una iluminación mas suave, si salen a un pasillo casi no los vemos porque es mas oscuro. Con la dificultad que entraña pasar de unos tipos de iluminación a otro y que sea perfecta y creíble. Esto nos lleva a los cambios de escena, quizás lo más sorprendente de toda la película, que no hay cambios de escena, es decir, no hay un fundido a negro. Toda la película esta rodada como si estuviese hecha de una sola toma, obviamente esto no es así, pero esta tan bien hecho que es difícil darse cuenta de donde se ha cortado. Para esto la cámara se mueve constantemente, se acerca a los personajes para ver que está ocurriendo en ese lugar, si ellos se mueven nos movemos con ellos. Con esto se consigue un gran dinamismo, haciéndonos sentir la tensión típica del pre-estreno de una obra. Por último comentar el aire surrealista que impregna momentos de la película, como la genial escena con la que comienza en la que vemos al protagonista Riggan Thomson (Michael Keaton) levitando o cuando Birdman lo sigue por la calle volando. En definitiva una fotografía la de esta película magnífica, tanto técnicamente como artísticamente.