Johnny Depp protagoniza El fotógrafo de Minamata
Basada en hechos reales, cuenta la historia del pueblo de Minamata, tristemente famoso por la enfermedad que toma su nombre...
W. Eugene Smith (Johnny Depp) es un fotógrafo alcohólico acabado al borde de la quiebra. Durante un evento promocional, conoce a Aileen Mioko (Minami), quien le pone al corriente de la situación del pueblo pesquero de Minata, en Japón. Minata es la sede de Chisso Corporation, una compañía petroquímica que está vertiendo sus residuos tóxicos en el suministro del agua. A consecuencia de esto, los habitantes llevan más de una década sufriendo las consecuencias sanitarias (enfermedades neurodegenerativas, malformaciones y graves parálisis cerebrales). Gene viaja al sitio y con la ayuda de los grupos activistas locales, expone la compañía al mundo.
A medio camino entre el biopic y el documental, la película nos pone tanto en la piel de la presencia extranjera (Gene) y de los habitantes. La fotografía está cuidada, se centra en las vivencias cotidianas del pueblo y tiene frecuentes primeros planos recreando las icónicas fotos del artista. Depp está mucho más contenido que de costumbre y nos recuerda a sus buenos tiempos, cuando todavía no era una parodia. Todos los actores aprovechan sus minutos en pantalla al máximo, dando emoción a sus personajes. El final es agridulce, pues aunque se admite la culpa por parte de la compañía, ninguna compensación económica (que, por cierto, siguen pagando) sustituirá el brutal daño causado a los locales.
Merece mucho la pena, pero advierto que es bastante dura.
