El sueño americano de Tonya Harding
Hace unos meses se encontraba en los cines la cinta I, Tonya (2018), un biopic de la patinadora Tonya Harding que estuvo envuelta en numerosos escándalos durante los Juegos Olímpicos del 1994.
La película producida y protagonizada por Margot Robbie tiene la clara intención de redimir la persecución que sufrió Tonya Harding por parte de los medios de televisión. Considerada durante mucho años la malvada patinadora que planeó romperle la rodilla a su competidora Nancy Kerrigan, Tonya fue acosada por los medios periodísticos para conseguir su declaración de culpabilidad. Como nunca la consiguieron, las tornas se volvieron a poner en contra de la joven deportista y, además de ser considerada una mafiosa rompepiernas, surgieron centenares de mofas sobre su aspecto, su ropa casera y su actitud de "paleta de pueblo" durante las competiciones.
Y es cierto, era una paleta de pueblo con muchos ovarios en la pista de patinaje. Durante la película se ve claro que Tonya no tuvo una vida fácil: una madre que abusaba de ella para conseguir dinero y fama, un marido maltratador y una situación económica precaria en el mundo del patinaje, un deporte de señoritas ricas y gráciles que parecían muñecas de porcelana vestidas por firmas de moda.
Queremos destacar el trabajo de Margot Robbie en su interpretación. Se nota que la actriz ha querido salir del papel de "tia buena" y se ha estudiado todos los movimientos de Tonya. Una actitud chulesca en la pista, los gestos en la presentación de los números, las caras de euforia durante las victorias... parecen clones. Si habéis visto la película recientemente os animamos a ver los vídeos reales de las actuaciones de Harding y el triple Axel que la llevaría a las olimpiadas de 1992.
Aunque en la cinta no se contempla toda la actuación completa, hay una clara diferencia en la técnica y la limpieza de los movimientos. Y es que Harding, que desprendía potencial hasta por los poros, nunca consiguió los patrocinadores suficientes para contratar a un entrenador que le enseñara a limpiar los movimientos y a levitar sobre la pista de hielo como las demás patinadoras.
Al contrario que Harding, Margot Robbie si contó con grandes profesionales que le ayudaran en su interpretación. Las patinadoras Anna Malkova de California y Heidi Munger de Boston ejecutan los saltos más difíciles de Harding con una técnica estupenda. Movimientos limpios y precisos, piernas completamente estiradas durante los saltos, rigidez en los tobillos durante el aterrizaje... A pesar de las exigencias del guión, una vez interiorizadas tus habilidades como patinadora no lo puedes hacer mal.
El humor negro de la película, lo inverosímil de los hechos, la ingenuidad de la patinadora interpretada por Robbie han servido para darle voz a Harding, que se muestra menos ruda con los medios de comunicación y se pasea por los platós de televisión disfrutando de la fama que nunca tuvo. Ya no es conocida como la envidiosa patinadora pobre que planeó el ataque de Nancy, ahora es la primera mujer estadounidense que realizó el triple Axel y que fue engañada por su propia familia. ¿ Ha sido la película la mejor campaña publicitaria de la historia o hemos conocido la verdadera historia de Harding?
Nunca lo sabremos a ciencia cierta y, aunque fue desterrada de las competiciones de patinaje, ahora la podemos ver moviendo el esqueleto en Bailado con la estrellas o enseñando a patinar a Andy en el Show de Ellen.
