Sobre el IVA y el cine
En los primeros días del pasado mes de julio se hizo efectiva una vieja reivindicación del sector del cine en España, la bajada del tipo de IVA del 21% al 10%. A partir de ese momento han surgido una serie de noticias contradictorias sobre como se ha repercutido en los precios para los espectadores. Vamos a intentar aclarar, en la medida de nuestras posibilidades, la situación.
Imagen de unos cines de la cadena Cinesa |
Lo primero ¿Que es el IVA?
El Impuesto sobre el Valor Añadido, comunmente conocido por sus siglas IVA, es un tributo de naturaleza indirecta armonizado con el resto de país de la Unión Europea. El tributo grava el consumo tanto de bienes corporales como de servicios como sería el cine. Se trata de un tributo de naturaleza indirecta que se aplica directamente a todos los consumidores finales sin tener en cuenta sus circunstancias personales, al contrario que otros impuestos directos como puede ser el IRPF (la renta de toda la vida).
El IVA se divide en tres tipos el general del 21%, el reducido del 10% y el superreducido del 4%, que de una forma más o menos discreccional son establecidos por Ley, señalando a que servicios y productos se les va a aplicar.
¿Qué ocurrió en el año 2012?
En el año 2012 se produjo una subida de los tipos de IVA, ascendiendo el reducido del 8% al 10% y el general del 18% al 21%. Igualmente, la modificación afectó al sector cultural, y dentro de este sector al cine, que vieron como sus entradas y servicios pasaron de estar gravados al tipo reducido al tipo general. En la práctica,esto supuso que la subida no fuera del 8% al 10%, sino que pasó el cine a estar gravado al 21%.
Esta medida chocó con el tratamiento del IVA a la cultura que existía en muchos países de nuestro entorno de la UE, dado que prácticamente ningún país incluye la cultura en el tipo general de IVA. Curiosamente, durante los siguientes años se fue reduciendo la presión fiscal a algunas disciplinas culturales, pero no al cine...
¿Qué efectos tuvo la subida del IVA?
El principal efecto efecto fue un aumento en la tendencia en el cierre de salas, incapaces de hacer frente a la subida generalizada de la carga impositiva. En base a los datos del Ministerio, en el periodo de 2007 a 2011, se produjo un descenso de salas de cines de 4.296 a 4.044, lo que supuso un descenso de 5,87%. En los siguientes cuatro años, de 2011 a 2015, las salas de cine pasaron de 4.044 a 3.588, lo que supuso un descenso del 11,27%.
Podemos observar como desde la subida del IVA, prácticamente se ha duplicado la tendencia de cierre de salas en España, suponiendo en muchos casos el cierre de cines históricos. Más allá de los efectos culturales por la perdida de diversidad, este cierre de pantallas supone una destrucción de puestos de empleo directos e indirectos y menos tributaciones por lo tanto a la Seguridad Social y la Agencia Tributara, lo mismo lo que la recaudación que se pretendió aumentar por un lado, se estaba perdiendo por otras vías...
Evolución número de salas |
¿Como repercutieron los cines la subida del IVA?
Cada cine aplicó una política particular, algunos manteniendo fijo el precio de la entradas, otros repercutiendo parcialmente la subida o aplicándola por completo. En base a los datos medios, la entrada de cine pasó en 2011 de 6,52€ a 7,08 €.
Si desgranamos fiscalmente los datos, de los 6,52 €, 6,04 € iban directamente a los cines, los cuales había que distribuir entre exhibidores (cines), distribuidores y productores y 0,48 € pertenecían al IVA. Con el precio de 7,08 € , los cines percibían 5,85 € y 1,23 € pertenecían a impuestos.
Por lo tanto, la recaudación del Estado se disparó en 0,77 € de media por entrada y los cines se vieron perjudicados en 0,19€. De haberse aplicado la subida por completo, el precio medio de la entrada hubiese ascendido a 7,31€. Hay que reseñar que en los años siguientes, se ha mantenido e incluso bajado el precio medio de la entrada de cine.
¿Y que ha sucedido con la bajada del IVA?
Según datos de Facua, el precio medio de las entradas en enero y febrero de 2018 era de 7,55 € (dato muy superior al precio medio de 2017 que era de 6,96 €, suponemos que el precio medio anual bajara por promociones como La Fiesta del Cine) y, en agosto de 2018 aplicando la bajada del IVA, se sitúa en 7,12€.
Si analizamos fiscalmente el resultado de la bajada, con las entradas a 7,55€ el cine percibía 6,24 € por entrada y 1,31€ pertenecían a IVA. Con la bajada de precio en las entradas, 6,47 € de las mismas son percibidos por el cine y 0,65€ corresponden al IVA. Los cines han obtenido una ganancia por entrada con la bajada de precios de 0,23€. En el supuesto de que se hubiera aplicado la bajada por completo el precio medio de la entrada se situaría en 6,86 €.
¿Ha habido bajada de precios o subida?
El consumidor ha podido apreciar en su bolsillo un descenso medio de la entrada, por supuesto, hablamos de datos medios dado que cada cine ha aplicado la política que ha estimado conveniente, en parte basada en como ha actuado durante estos años anteriores y si ha mantenido o no los precios.
Respecto a la ganancia de los cines, se está hablando de una supuesta subida encubierta. A este respecto hay que reseñar que al igual que en el momento de la subida, la bajada tampoco ha sido repercutido por completa al consumidor. Si comparamos el importe que dejaron de percibir los cines con la subida y el importe del que se han visto beneficiados con la bajada, el saldo es de 0,04€, es decir prácticamente cero.
Además, hay que señalar que entre el momento de la subida del IVA en el año 2012 y el de la bajada en 2018, han transcurrido 6 años y el valor del euro ha ido subiendo, por lo que carece de todo sentido hablar de una subida encubierta de precio de las entradas.
¿Y cual va a ser el futuro?
Esa es la gran pregunta, con los datos en la mano, se ha seguido prácticamente la misma política de precios con la subida del IVA que con la bajada, por lo que en principio no debería haber un descenso mayor. Pero está habiendo una serie de presiones por parte de asociaciones y el Ministro ha dicho que quiere revisar la situación, por lo que es posible que en el futuro veamos un descenso mayor en las entradas.
Lo importante es analizar que política de precios ha seguido cada cine o cadena durante el periodo 2011-2018 y, que en base a la misma, se aplique la modificación de precios. Siendo cada establecimiento consecuente en el precio, es decir si repercutió la subida que repercuta la bajada y, si mantuvo precios constantes, los siga manteniendo. Por los datos medios, podemos inferir que la inmensa mayoría de cines han actuado de esta manera, quedando como siempre algún caso particular residual.