La II Guerra Mundial en el mundo rural con Lejos de Praga
Con Lejos de Praga volvemos al recurrente género de nazis o de la Segunda Guerra Mundial,(aún tenemos reciente El día que vendrá que llegó en abril), esta vez desde el punto de vista de un niño polaco alejado del conflicto.
Eda (Alois Grec) es un niño de 8 años que vive en Praga. Cuando los nazis empiezan a purgar ideológicamente la ciudad persiguiendo a todos los que escuchan la radio extranjera, su familia decide trasladarse al pueblo natal del padre. Allí, Eda tendrá que adaptarse a un nuevo ambiente rural, hacer amigos y descubrir las complejas relaciones de sus familiares.
Lejos de Praga es un relato puramente costumbrista de la vida de un niño y su entorno. No hay campos de exterminio, no hay judíos esqueléticos y el pueblo sigue adelante con sus propios problemas. Lo máximo que percibimos de la guerra son unas cuantas emisiones por radio, un par de desfiles de veinte soldados y un chaval que perdió las piernas por buscar una gallina bajo un tanque en marcha. No vas a ver La lista de Schindler, sino una versión de El niño con el pijama de rayas mezclado con Amélie, pues pese a lo serio que podría ser el tema, los flashbacks e imaginaciones del niño (a veces muy pasadas de rosca) alivian todo el drama que conlleva el conflicto.
Es una película curiosa para los que no conocen el punto de vista de los polacos, o mejor dicho, de aquellos que no estaban involucrados directamente en la II Guerra Mundial ni como víctimas ni como ejecutores.