Encuentro con Carles Marques-Marcet
"Guillem Agulló, ni oblit ni perdó (Guillem Agulló, ni olvido ni perdón)" era una frase que tenía marcada en la memoria el director Carles Marqués-Marcet desde siempre, aunque no conocía todos los detalles del caso, siendo una de esas frases que se repiten desde la militancia. En esta edición del Festival de Málaga el cineasta presenta su nuevo proyecto La mort de Guillem, que recrea el asesinato de Guillem a manos de militantes de ultraderecha en 1993. Desgraciadamente, la película llega en un momento en que las posiciones ultraderechistas y abiertamente xenófobas y homófobas están calando en nuestra sociedad y se han naturalizado, el caso de Guillem se ha olvidado y perdonado. Con un punto de vista subjetivo, esta cinta aborda el drama familiar y humano detrás de este caso.
Con la excusa de esta presentación, el realizador Carles Marqués-Marcet fue homenajeado ayer en el Festival de Málaga con el premio Málaga Talent que reconoce el gran inicio de carrera profesional del premiado, en palabras del director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, se trata de "una palmadita en la espalda" para que el director continúe de esta forma su carrera. Con motivo de la entrega de este premio, ayer día 23 de agosto, tuvo un encuentro del realizador con los medios en el seno del Festival de Málaga.
Y es que la relación de Marqués-Marcet con el certamen celebrado en la ciudad andaluza es inmejorable, su opera prima 10.000 km se llevó la Biznaga de Oro a Mejor Película y en la fiesta de celebración de este premio, en un tablao de la ciudad, nació su segundo proyecto, Tierra Firme. Su tercera película Los días que vendrán, nació en pleno rodaje de Tierra Firme con el embarazo de Maria Soto, pareja de su actor fetiche del director David Verdaguer y volvió a recibir todo el cariño en Málaga con una segunda Biznaga de Oro. Podemos observar como sus largometrajes se encuentran íntimamente conectados entre si como un río y fluyendo de una forma muy natural de un proyecto a otro.
Nos encontramos de un director que el mismo se autodenomina sin padrino, aunque le hubiese gustado tenerlo y que se buscó amigos para poder rodar y dirigir. El mismo confiesa que aprendió a escribir guiones con 10.000 km su primer proyecto y que con cada película va perfeccionando su método de dirección, no teniendo nada preestablecido. Este primer proyecto, se adelantó a su tiempo, dado que mostraba a la gente comunicándose a través de pantallas; "Ahora nos comunicamos a través de pantallas, nos comunicamos a través del cine" señalaba el cineasta.
Igualmente indicaba que, para sus rodajes lo que más le había ayudado era ser entrenador de fútbol sala en su adolescencia (empezó esta labor a los 14 años), saber dónde colocar las diferentes piezas del equipo deportivo luego le ayudó y mucho para administrar y coordinar los diferentes roles en una producción cinematográfica.
Curiosamente, en este encuentro se desveló que el próximo proyecto de Marqués-Marcet contará de nuevo con Oona y Geraldine Chaplin, siendo una especie de secuela espiritual de Tierra Firme, desde aquí tenemos muchísimas ganas de ver este nuevo proyecto de este siempre interesante cineasta.