La arquitectura de ¿Donde estás Bernadette?
¿Donde estás Bernadette? Es una de las nuevas películas estrenadas en los cines tras la crisis del COVID 19, una cinta dirigida por Richard Linklater que usa el estereotipo de una arquitecta de éxito para contar la historia de una familia de genios incomprendidos por la sociedad que los rodea. En no quedan cines de verano vamos a utilizar la película para adentrarnos en el mundo de la arquitectura contemporánea con los edificios que salen en la película
Empezamos con Bernadette, una arquitecta que se siente diferente al mundo, que tiene una mirada única para cada objeto de la rodea, una persona que ve la belleza de una grieta y que quiere que todos sus objetos sean únicos, hechos a mano como si fueran pequeñas obras de arte, es decir, Bernadette es una arquitecta de manual a la que sólo le falta tener una foto en blanco y negro en su portfolio con camisa lisa y brazos cruzados.
Al comienzo de la cinta, basada en el bestseller de Maria Semple, se sabe poco de Bernadette. Es una persona excéntrica que vive en una casona antigua en Seattle con su familia. A simple vista la casa emana personalidad y rebeldía, con un jardín de plantas revoltosas y poco podadas que contrastan con los jardines "estilo inglés" de césped bien cortado y caminos serpenteantes de piedra que tienen las casas del entorno.
Dentro de la vivienda hay dos tipos de espacios, los que no han sido restaurados y los que sí. La familia vive dentro de un desorden romántico de objetos exóticos de diferentes partes del mundo, que muy poco a poco, Bernadette va colocando estratégicamente dentro de la casa una vez que la habitación ha sido rehabilitada. La madre de familia es una manitas muy resolutiva que siempre está trabajando con sus manos y haciendo dos cosas a la vez, por ejemplo, hablar por teléfono mientras arregla el suelo de madera de una habitación, haciendo un agujero en la alfombra para que crezca la vegetación dentro de la casa.
No se trata de hacer tabula rasa con un edificio antiguo, sino de aprovechar las condiciones de cada habitación para hacerlas únicas.
Aunque no lo explican directamente, está muy claro que la rehabilitación de la vivienda la está haciendo Bernadette sin ninguna ayuda, reparando todo con sus manos manteniendo la personalidad de cada uno de los espacios, habitándolos de una manera única. Constantemente la protagonista está recorriendo la casa, que permite ver la transición de espacios entre los completamente rehabilitados hasta los que todavía no se han tocado, es una magnífica idea de plasmar los nuevos conceptos de la arquitectura contemporánea: los recorridos dictaminan la secuencia espacial y la forma de interactuar con ellos, estos recorridos con un símil de la inestabilidad emocional de Bernadette.
Cuando la arquitecta necesita desconectar se va su edificio favorito, la Biblioteca Central de Seattle, un edificio diseñado por el estudio OMA + LMN Architects que revolucionó el concepto de biblioteca. Los espacios ya no se organizan en planos de planta, sino que hay un único espacio o recorrido en espiral que atraviesa todos los niveles y los mantiene conectados en tres dimensiones. También rompe con el prisma cuadrado de edificio y crea una envolvente formalista y transparente a la que se superpone la estructura en malla metálica.
Días después la familia va al restaurante giratorio de Seattle para cenar, todo un icono de la ciudad: el Space Needle diseñado por Carison en 1962, un edifico en forma de nave espacial que rota sobre sí mismo que tarda 47 minutos en dar una vuelta completa. La cena comienza con una tarjeta de cumpleaños que pasará por todo el restaurante antes de volver con la cumpleañera.
Avanza la trama y descubrimos que Bernadette es una mujer de carácter fuerte que muy joven destacó en una profesión dominada por hombres. Gana la beca MacArthur por su primera obra: La Casa de las Bifocales, una vivienda diseñada con objetos tan anodinos como gafas de leer, reconvirtiendo una antigua fábrica de gafas y los deshechos que quedan de su producción. Los muebles, de líneas curvas y sencillas, se fabrican con los catálogos de gafas. Los espacios se separan con biombos hechos con lentes de gafas, etc.
Después se adentra en su segunda obra de arte, la Casa de las 20 Millas, una vivienda que sería construida sólo con materiales que se pudieran adquirir en un radio de 20 millas, una manera de controlar la huella de carbono que se produce con una de las industrias mas contaminantes del planeta: la construcción. Además de utilizar materiales de "kilómetro 0" la casa sólo utiliza energías renovables y está diseñada con los estándares "passive house" es decir, una casa que produce más energía de la que consume a través de paneles solares, orientación óptima de los espacios, reutilización del agua de lluvia, y un sinfín de sistemas para ahorrar energía y ser autosuficiente.
Después de un parón en la carrera de Bernadette por un motivo que no vamos a desvelar, la protagonista alcanza su tercera obra maestra, la Base Científica en el polo sur para 50 investigadores. Este edificio llamado Halley, diseñado en realidad por Faber Maunsell y Hugh Broughton Architects, es la quinta versión de la base científica (pues la otras cuatro sucumbieron bajo el peso de la nieve) que utiliza un diseño futurista a lo para crear 8 espacios conectados a través de plataformas flexibles, 7 laboratorios de color azul y un espacio central de color rojo. Es edificio se asienta sobre unas "piernas con esquís" para mover el edificio cuando el deshielo avance, una gran obra de ingeniería instalada en un páramo helado.
Un consejo si vais a ver esta película en la gran pantalla, no os levantéis de la butaca hasta que se hayan acabado los créditos, ver cómo se construyó este edificio es asombroso.
