Hola, Sidney. Repasamos la saga Scream
Un repaso a una de las sagas más icónicas del cine.
Da igual si eres un friki de las pelis o un muggle del cine, es imposible que no conozcas a Ghostface (o al menos su parodia en Scary Movie). Porque es el villano de LA -sí, con mayúsculas- saga que deconstruyó el género slasher con su inmortal saludo telefónico.
Hola, Sydney
Scream nos introdujo al género metiendo uno de los giros de guion más famosos de todos los tiempos (que no spoilearé por aquí). Sydney Prescott (que lanzó a Neve Campbell al podio de las Chicas Finales), una adolescente cuya madre fue asesinada el año anterior, se convierte en el objetivo de un asesino (Ghosface) que usa los clichés de las películas de terror para matar, mientras todos sus conocidos se convierten en los principales sospechosos...
Scream 2 nos trajo la deconstrucción de las secuelas: si las secuelas no pueden ser buenas, como diría Randy, esta es la excepción a la regla. Y de paso, se cachondea del morbo de sacar sagas de películas sobre tragedias reales. Sydney va a la universidad y un nuevo asesino busca venganza.
Scream 3 cerró la trilogía con bastante dignidad, otra vez rompiendo el cliché de que no hay dos sin tres (y la última tiene que ser mala). Esta entrega aprovechó la mudanza de Sydney a Hollywood para criticar a toda la industria del cine.
De forma inesperada (para su época, servidora recuerda que el teaser fue solo un teléfono sonando pero sí, todos conocíamos ese timbre de llamada y ese teléfono de cable), la franquicia regresó con Scream 4. Sydney, ya una mujer hecha y derecha, tiene que enfrentarse a... sí, un Ghostface que sigue las normas de los reboots modernizados de las películas de terror, regresando a la franquicia a su nivel original.
Desde aquí, esperando con ganas que vuelva a sonar el teléfono y ver qué se sacan de la manga esta vez.
Hay un par de series derivadas, pero de esas mejor no hablamos.
