Miau nos presenta las magnificas playas de Zaragoza. Ese es tal vez el mejor titular para describir Miau, segunda película de su director Ignacio Estaregui tras Just&Cia  en 2014, en esta ocasión adapta la novela Hilo musical para una piscifactoria del escritor Juan Luis Saldaña. Eso sí, en esta Zaragoza alternativa sigue existiendo el mítico gol de Nayim.

A Jose Luis Gil lo conocemos principalmente por sus papeles en la televisión en las series Aquí no hay quien viva y La que se avecina, por los que saltó a la fama entre el gran público. Aunque, curiosamente, su voz ya era conocida por los espectadores gracias a su faceta de actor de doblaje, en una carrera realizada durante décadas doblando a grandes estrellas de Hollywood como Tim Allen o Patrick Swayze (si, suya es la voz en España del bailarín que enamoró a toda una generación en Dirty Dancing).  En Miau  vuelve a interpretar ese rol de persona afable con un toque inocenton y muy honesto.Tal vez no aporte un registro que no conozcamos y se mueva en su zona de confort, pero realiza muy bien su trabajo y logra clavar su interpretación, dándole una series de matices que encajan muy bien con el tono de la historia. A todo esto, el interprete oriundo de Zaragoza juega en casa en esta cinta y se nota.

El robo que sirve como Mcguffin a la historia

Menos conocido para el gran público es Manuel Manquiña,el actor y cantante ha desarrollado gran parte de su carrera en la televisión gallega siendo muy reconocido por el norte de España. A  nivel nacional amediados de los 90s participó en la icónica Airbag por la que fue nominado al Goya a Mejor Actor Revelación con 45 años y en esa misma época participó en Torrente: El brazo tonto de la ley. Con 65 años el actor y cantante vigués está en plena forma y le da la réplica canalla a Jose Luis Gil, interpretando a un personaje que está pasado de vueltas y que es ese pequeño demonio que tenemos todos en la cabeza.

Junto a estos dos grandes interpretes, que se adueñan de la función y nos regalan un duelo interpretativo muy divertido, encontramos a la gran Luisa Gavasa con un pequeño rol como catalizadora de ambos personajes.

Miau, más allá de la historia de un robo que en realidad es un simple Mcguffin, es una entrañable comedia o un drama cómico, sobre como la vida no se acaba a cierta edad y que nunca es tarde para realizar lo que se propone. Todo esto con un realismo mágico que te acaba absorbiendo y trasladando a la Zaragoza de sus personajes. Porque en la Zaragoza que nos describe Saldaña todo puede ocurrir hasta que te puedas tomar un mojito junto a las olas del mar.